Al despegar la aeronave Voisin de Alberto Braniff desde los Llanos de Balbuena, ubicada al este de la ciudad de México, esta se convierteen el primer campo área del país en el 8 de enero del año de 1910.
Después de eso, el 5 de febrero de 1915, el por ese entonces presidente Venustiano Carranza el cual estaba convencido de la importancia de la aviación creó mediante un decreto constitucional el arma de aviación militar, por ende la Secretaría de Guerra y Marina se le designó el labor de construir un lugar apropiado para poder establecer en él los talleres, a su par la secretaría de comunicaciones obras públicas hizo el área de rodaje y levantó el primer hangar, naciendo así el aeródromo nacional de Balbuena.
Durante la revolución de México, la recién consolidada aviación militar acudió en apoyo a las fuerzas en tierra. Los aviones eran desarmados, embarcados en ferrocarril y posteriormente puestos en situaciones de vuelos al lado de las vías, mientras los soldados arreglaban el terreno para poder hacer posible la operación. De esta manera, los campos de aviación se fueron multiplicando a lo largo y ancho de todo el país.
El 10 de febrero de 1944 después de unos 30 años la aviación militar finalmente adquirió el carácter constitucional como fuerza armada, siendo designada como Fuerza Aérea Mexicana.
Desde ese entonces, cada año se conmemora esta fecha, en la que los soldados volando por los cielos dieron sus vidas para salvaguardar la constitución mexicana y preservar las libertades civiles. Sin embargo, no es hasta el 10 de febrero del año 1992 cuando se establece oficialmente por decreto presidencial el 10 de febrero de cada año como el día nacional de la fuerza aérea mexicana en un esfuerzo por denotar una conmemoración a las águilas del cielo.