¡Continuamos con el festejo! Ahora te hablaremos de una comida tradicional [que nos hace engordar felizmente] y que es un elemento esencial del Día de Muertos: el famoso pan de muertos.
Este panecillo dulce horneado se realiza de diferentes formas, pero siempre simboliza los huesos que regularmente se encuentra en los altares, pero también se vende como alimento típico de la festividad. Es por ello que proliferan los sitios donde puedes encontrarlo, como en panaderías, mercados, súper mercados o lo más artesanal, en nuestros hogares.
La historia de este panecillo se remonta a varios siglos atrás en los que, posterior a los sacrificios de las princesas a los Dioses, se horneaba su corazón para una significación de triunfo. Finalmente, fueron los españoles quienes introdujeron una forma más digna de representar esas ideas y realizaron un panecillo más o menos parecido a lo que tenemos hoy en día.
El significado preciso de este pan tiene opiniones diversificadas, ya que algunos sostienen que simboliza huesos o figuras humanas, otros que son figuras animales, e incluso algunos que argumentan que son los rumbos del universo. Pero eso ya depende de la cosmogonía y representación de cada cultura.
En varios sitios de recetas y cocina, puedes encontrar cientos de formas distintas para preparar el pan de muertos, hay para todo gusto e incluso algunas opciones veganas o aptas para personas con diabetes. A final de cuentas, ¡todos podemos deleitarnos de este pan tradicional!
Yo prefiero una opción más rebelde y me encanta el pan de muerto relleno de chocolate o dulce de leche.